Startups verdes: Innovación en la bioeconomía forestal

En un mundo donde el desarrollo sostenible se ha convertido en una prioridad, las startups verdes se posicionan como protagonistas de la transformación económica. Una de las áreas más prometedoras es la bioeconomía forestal, que aprovecha los recursos de los bosques de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Este enfoque no solo promueve la conservación de los ecosistemas, sino que también genera empleo verde y desarrolla soluciones innovadoras. 

A través de iniciativas en sectores como los servicios ecosistémicos, el ecoturismo, la construcción sostenible y los productos agroforestales, las startups verdes están abriendo nuevas oportunidades para un crecimiento económico basado en el respeto al entorno natural.

¿Qué es la bioeconomía forestal y por qué es importante?

La bioeconomía forestal se basa en el aprovechamiento de los recursos forestales para crear productos y servicios que generen beneficios ambientales y económicos. Este modelo económico integra los recursos naturales en sectores como la energía, la construcción, la tecnología y el turismo, promoviendo el uso responsable de los bosques. Además, impulsa la creación de empleos en comunidades rurales, revitalizando la economía local y fomentando el desarrollo de conocimientos y tecnologías aplicadas a la gestión forestal.

El éxito de la bioeconomía forestal radica en encontrar el equilibrio entre el aprovechamiento de los recursos y la preservación de los ecosistemas forestales. De esta forma, se garantiza un impacto positivo en el medio ambiente, reduciendo la huella de carbono y contribuyendo a la mitigación del cambio climático.

 

Áreas de oportunidad para las startups verdes en la bioeconomía forestal

Existen múltiples áreas de oportunidad para que las startups verdes innoven en el campo de la bioeconomía forestal. A continuación, explicaremos algunas de las más destacadas.

Biomasa y biocombustible forestal

La biomasa forestal se ha convertido en una alternativa energética sostenible y rentable. Al aprovechar restos de madera, hojas y otros materiales orgánicos, se puede producir energía limpia que reduce la dependencia de combustibles fósiles. 

La empresa gallega Biegal está especializada en la producción de astillas y biomasa local provenientes de bosques gestionados de manera sostenible. Biegal colabora con propietarios forestales locales para recolectar residuos y otros desechos que no tienen uso comercial directo y los transforma en biocombustibles renovables.

Esta iniciativa demuestra cómo se puede generar impacto a nivel tanto económico como ambiental, contribuyendo a la bioeconomía forestal a nivel local.

Ecoturismo y educación ambiental

El ecoturismo y la educación ambiental han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, impulsados por la creciente demanda de experiencias turísticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. 

A través de la educación ambiental, se busca que los turistas comprendan los impactos que sus acciones pueden tener sobre los entornos naturales y cómo pueden contribuir positivamente a su preservación.

Las experiencias de ecoturismo pueden incluir actividades que involucren a los participantes en los procesos de conservación y sostenibilidad, como talleres sobre restauración ecológica, senderismo guiado u observación de especies locales. El enfoque principal de estas iniciativas es promover una relación armoniosa entre las personas y la naturaleza, asegurando que los recursos naturales sean utilizados de manera responsable y contribuyendo al bienestar tanto de los ecosistemas como de las comunidades locales.

Construcción sostenible

La construcción sostenible es otro sector en auge dentro de la bioeconomía forestal. Gracias al uso de la madera como material de construcción ecológico, es posible reducir las emisiones de carbono y fomentar la creación de viviendas y edificios más respetuosos con el medio ambiente. 

Un gran ejemplo de una startup en Europa centrada en la construcción sostenible es Aisti, con sede en Finlandia. Fundada en 2019, Aisti desarrolla placas acústicas a base de fibras de madera carbono negativas, libres de plástico y fáciles de reciclar. 

Estas placas ofrecen una alternativa sostenible a los materiales de construcción tradicionales, reduciendo así la huella de carbono de los proyectos de construcción sin aumentar los costes. 

Micología y productos agroforestales

El bosque ofrece una gran diversidad de productos que van más allá de la madera. La micología(recolección de setas), así como la producción de plantas aromáticas, piñones y miel, son oportunidades económicas que las startups pueden explorar

Estos productos agroforestales no solo son rentables porque aprovechan recursos locales con baja inversión inicial, sino también porque su origen sostenible, calidad excepcional y conexión con prácticas respetuosas con el medio ambiente les otorgan un alto valor percibido en el mercado. 

Cada vez más, los consumidores valoran productos que combinan calidad y sostenibilidad, permitiendo a los productores posicionarlos como bienes exclusivos que atraen a un público dispuesto a pagar un precio superior, como ocurre con los restaurantes de alta gama, incluidos los de estrellas Michelin, que buscan ingredientes frescos y éticamente producidos.

El bosque como almacén de carbono

Los bosques actúan como sumideros de carbono, absorbiendo CO₂ y ayudando a mitigar los efectos del cambio climático, mejorar la calidad del aire y apoyando la biodiversidad.

Invertir en startups verdes que promuevan la gestión y conservación de los bosques es una estrategia clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. 

Estas empresas pueden implementar tecnologías innovadoras para monitorizar la salud de los bosques, promover prácticas que optimicen la reforestación y la gestión responsable de los recursos, e incluso crear mercados de carbono, donde las emisiones capturadas sean compensadas. 

Así, a la vez que se aborda la crisis climática se crean nuevas oportunidades económicas y de empleo, favoreciendo un desarrollo local más sostenible.

Tecnología para la gestión y el aprovechamiento forestal

El avance de la tecnología permite una gestión forestal más eficiente y sostenible. A través de drones, sensores y sistemas de inteligencia artificial, es posible supervisar los bosques y optimizar el uso de sus recursos. 

Dendron y GeForest, startups de Cuenca de las que hablaremos más adelante, aplican tecnología de vanguardia para supervisar la salud de los ecosistemas forestales y mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales de forma sostenible.

Derivados químicos de la madera: celulosa, lignina y resina

Los derivados de la madera, como la celulosa, la lignina y la resina, son recursos valiosos que pueden ser utilizados en diversas industrias, desde la fabricación de papel hasta la producción de bioplásticos. Estos compuestos ofrecen una alternativa a los materiales derivados del petróleo, contribuyendo a la reducción de la dependencia de recursos no renovables y promoviendo una economía más sostenible.

Servicios ecosistémicos: carbono, biodiversidad y agua

Los servicios ecosistémicos que ofrecen los bosques, como la regulación del agua, la conservación de la biodiversidad y la captura de carbono, son esenciales para el bienestar del planeta. Las startups pueden jugar un papel fundamental al desarrollar proyectos que pongan en valor estos servicios y promuevan su conservación.

En el 2023 se marcó un hito importante en la gestión ambiental en España, ya que se certificó el primer servicio ecosistémico de agua en montes privados en Cuenca. Este avance no solo refleja el compromiso con la sostenibilidad y la gestión del agua, sino también una creciente tendencia hacia el reconocimiento de los servicios que los ecosistemas naturales proporcionan y que hasta hace poco no eran suficientemente valorados en los montes privados.

Puedes conocer más detalles sobre este hito en este vídeo:

Ejemplos inspiradores de startups en la bioeconomía forestal en Cuenca

La bioeconomía forestal ofrece un vasto campo de innovación para las startups verdes que buscandesarrollar modelos de negocio sostenibles. En la provincia de Cuenca, varias empresas emergentes gracias a la incubación en UFIL ya están liderando el camino en distintos sectores de esta bioeconomía, demostrando cómo se puede lograr un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en la economía local.

Mobhu y Modus Habitare son ejemplos destacados en el sector de la madera. Estas startups emplean prácticas de construcción sostenible utilizando madera de fuentes responsables. Su enfoque en el uso de materiales renovables contribuye a reducir las emisiones de carbono y promueve la edificación ecológica. Además, están innovando en su modelo de negocio, incluyendo el ámbito social, ya que Mobhu colabora con talleres donde trabajan personas con discapacidad y Modus Habitare fabrica casas modulares que se integran a la perfección en la naturaleza con su diseño.

En el campo de la tecnología para la gestión forestal, empresas como Dendron SolucionesCambium y GeForest aplican herramientas de última generación, como drones y sensores, para monitorear la salud de los bosques y optimizar el aprovechamiento de sus recursos, además de abrir nuevas vías de ingresos a través de la certificación de servicios ecosistémicos. Estos avances tecnológicos permiten una gestión más eficiente y reducir costes de gestión a los propietarios, lo que se traduce en promover la gestión, disminuir el riesgo de incendios en las fincas y apoyar a las comunidades con ingresos extras de la madera y de los servicios ecosistémicos.

Para fomentar el ecoturismo y la educación ambiental, startups como Huellas y Raíces y Sembria ofrecen experiencias que acercan a las personas a la naturaleza y promueven la conservación de los ecosistemas forestales. Sus actividades promueven la conexión de las personas del entorno más urbano con el medioambiente desde temprana edad, además de contribuir a la economía local mediante el turismo responsable.Visita Huellas y Raíces y Sembria para descubrir sus propuestas.

Biolimeblock es una empresa que promueve el almacenamiento de carbono y la descarbonización mediante la creación de bloques prefabricados a partir de materiales naturales y renovables. Sus bloques se fabrican con una combinación de cal natural, arena volcánica, astillas de madera y lana de oveja, logrando fijar CO2 y revalorizar recursos esenciales para el desarrollo rural.

El futuro de la bioeconomía forestal y startups verdes

La bioeconomía forestal representa una oportunidad única para construir un futuro más sostenible. Las startups verdes, con su capacidad de innovación y adaptación, están liderando este cambio al desarrollar soluciones que no solo generan valor económico, sino que también protegen y preservan los recursos naturales, y benefician el desarrollo local/rural y la economía en zonas en riesgo de despoblación.

Desde la producción de biocombustibles hasta el ecoturismo y la construcción sostenible, estas empresas están demostrando que el desarrollo económico y la conservación ambiental pueden ir de la mano.

A medida que la bioeconomía forestal continúa creciendo, es fundamental que tanto los gobiernos como los inversores apoyen a las startups verdes que trabajan en este sector. Con el compromiso y la colaboración de todos, podemos avanzar hacia un modelo económico que beneficie al medio ambiente y a la sociedad en su conjunto, dejando un legado verde y sostenible para las futuras generaciones. 

UFIL es un proyecto ejemplar que apoya a las startups verdes en su desarrollo y posicionamiento en el sector de la bioeconomía en Cuenca y a nivel nacional.